jueves, 16 de agosto de 2012

Cuida tu salud en el ambiente laboral

La salud laboral significa lograr un equilibrio adecuado en la vida .


Cada vez más trabajadores se preocupan por mantenerse en forma para combatir el estrés; muchas empresas aún creen que es un gasto superfluo el invertir en el bienestar de los empleados.

Las personas piensan mucho en su salud estos días, y con justa razón. Muchos pasan gran parte del día frente a una computadora, por lo que es fundamental encontrar maneras de mantenerse en forma y tener una rutina variada.
No sólo es la naturaleza esencialmente sedentaria de los días de trabajo de muchas personas lo que constituye un riesgo para la salud.

La vida moderna está llena de tentaciones, ubicadas en locales de comida rápida, bares y cafés que dominan las calles urbanas de todo el mundo. A veces me pregunto quién come toda esta comida cuyo aroma nos inunda en cada paso que damos. Para quienes viajamos frecuentemente en avión, hay otros riesgos a la salud más específicos como la trombosis venosa profunda.

Sin embargo, no hay duda de la mayor amenaza a la salud: el estrés. ¿Por qué tantos ejecutivos siguen estrictos regímenes de ejercicio y dietas? No se debe únicamente a que intenten mantenerse en buena condición física; también sienten que el ejercicio les permite alejarse por un momento del trabajo y les ayuda a dormir al final del día. Se considera que una buena condición física y el bienestar mental son factores inseparables.

Uno de los estudios más completos sobre este tema se realizó a más de 1,200 personas que trabajan en el transporte público en Austin, Texas entre 2003 y 2007.

Bajo la coordinación del Centro para Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, un proyecto de bienestar ofreció al personal consultas individuales con entrenadores personales, el uso de un centro de ejercicios las 24 horas, análisis preventivos, opciones de comida saludable, incentivos en efectivo, boletines, talleres, asesorías en dietas y ayuda para dejar de fumar.

Aunque el primer año el programa representó un gasto de dinero, permitió ahorrarlo los dos años siguientes y redujo el ausentismo en un 25%. Por lo general, los participantes eran más activos físicamente, perdían peso, presentaban una reducción en la presión sanguínea e ingerían alimentos más saludables. En un periodo de cinco años, el retorno de la inversión general se calculó en 2.43 veces.

En el lugar de trabajo, hay cosas simples que podemos hacer para que estos avances sean posibles. Motivar a las personas a ir a trabajar en bicicleta; servir comida más saludable en los restaurantes del personal; ofrecer fruta fresca en lugar de barras de chocolate. Motivar a las personas a tomarse el tiempo adecuado para almorzar, para que tengan la opción de salir. Iniciar un club de trote después del trabajo. Dejar dinero para apoyar a equipos deportivos que puedan reforzar el orgullo de los empleados en la empresa.

Estas cosas no requieren grandes inversiones de capital. No obstante, es destacable lo mucho que les ha costado a las empresas en los últimos años dar estos pequeños pasos para mejorar la salud general de los empleados.

De acuerdo con un estudio de R.H. y gerentes de finanzas realizado por London South Bank University y los asesores de salud de Vielife, apenas 41% de las empresas analiza la salud y el bienestar de los empleados a nivel de junta.

Los autores del informe indican que esto revela una "brecha de bienestar", lo que se traduce en una cifra aún más llamativa. Mientras el 67% cree que el bienestar de los empleados debe ser un factor de administración de desempeño corporativo, apenas 25% de los empleadores han introducido medidas de desempeño relacionadas con la salud y el bienestar.

Podría ser que este descuido aparente de la salud de los empleados sea provocado por la penumbra económica actual y la reticencia general de gastar dinero en áreas que los jefes anticuados podrían considerar inestables.

Si es así, es un clásico ejemplo de mentalidad a corto plazo o estrechez de mente. Cualquier empleador inteligente aceptaría que la salud de los empleados será cada vez más importante, y que factores evitables como mala alimentación, aumento del estrés y mala salud general pueden consumirlo.

Tal vez, dichas personas son más susceptibles al argumento competitivo: en su búsqueda para reclutar a los mejores talentos, ¿puede permitirse ser tan fácilmente superado en la puja por un rival que ofrece el equivalente corporativo de un masaje en la espalda y una sesión de desintoxicación?

Hay ocasiones, sin embargo, en que nos vemos sobrecargados por propaganda de ejercicio y alimentación saludable. Después de todo, no es la imagen completa. En mi opinión, estar saludable para el trabajo significa mucho más que hacer ejercicios en el gimnasio un par de veces a la semana o comer verduras frescas.

La salud laboral significa lograr un equilibrio adecuado en la vida, y todos encontramos ese equilibrio de distintas maneras. No tengo problema en admitir que los gimnasios me parecen aburridos, así que ese tipo de ejercicios no sirve para mí. Prefiero jugar tenis o navegar. Y aunque la salud mental y física van juntas hasta un cierto punto, probablemente estoy más interesada en la parte mental.

En este aspecto, no hay duda de que son las culturas orientales de quienes debemos aprender. Desde Confucio a Gandhi y hasta la actualidad, son los filósofos orientales quienes nos recuerdan lo que podemos lograr al permitirnos tener tiempo para la contemplación.

La práctica de yoga es el ejemplo más evidente de la manera en que este enfoque se ha incorporado en los regímenes saludables de hombres y mujeres de negocio exitosos. Sin embargo, muchas personas todavía se concentran en la mecánica simple de eso: el saludo al sol, las distintas posturas, las rutinas de respiración, cuando es el estado mental el que más importa.

Hubo un escritor chino llamado Lin Yutang que pasó gran parte de su vida adulta en los Estados Unidos y tuvo seguidores en todo el mundo a mediados del siglo 20con su estilo actualizado de Confucionismo, mezcla de filosofía oriental y humor occidental.

Entre sus muchos aforismos, sugirió que: "Además del noble arte de hacer las cosas, existe el noble arte de dejar las cosas sin hacer. La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial".

Se me vienen a la mente muchos fanáticos del ejercicio, vestidos en lycra, con monitores cardíacos y un equipo cada vez más elaborado a quienes les haría bien reflexionar sobre esas ideas.

Esa es una de las razones por las que no creo en ser demasiado preceptivo cuando se trata de la salud. Sin duda, den a las personas la oportunidad de ejercitarse. Pero por sobre todo, denles la oportunidad de pensar.


Fuente: http://www.cnnexpansion.com/opinion/2012/08/15/en-forma-para-el-trabajo

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